Carlos Eduardo Bravo Pérez

El propósito de la Arquitectura

Armonía Elemental

Ser la armonía de estos tres elementos: La Función, La Estructura y La Belleza.

Función: El individuo, en lo cotidiano, en el acto de hacer las cosas conclusas y no conclusas, presentadas y representadas construye el espacio vivido, crea el espíritu que protege el lugar.
La interpretación de los actos humanos se da por el pulso arquitectónico.

Acto- reposo-acto reposo-acto-reposo

Estructura: Lo que hace posible el espacio es el soporte, es la real voluntad de generar el espacio que da cabida al acto humano, al rincón a la buhardilla, la casa natal.

Belleza: No es más ni menos que el arte en la arquitectura, es el “gesto”, aquél fondo motivador que genera la mística, el alma del proyecto arquitectónico…la unión con el territorio.
Es lo que marca y lo hace reconocido, es el puzle resuelto, el correcto manejo de los elementos arquitectónicos armónicamente dispuestos.

Estos tres elementos, a su vez, deben reflejar equilibrios, armonías y jerarquías y que se plasman en:

Orden arquitectónico: La disposición, La Planta, La elevación

Proporción: La relación de la obra y sus partes

Luz: Como material arquitectónico.

Entonces, la arquitectura es idea construida, sin la idea las formas son vacías. La estructura establece el orden del espacio, la luz construye los tiempos.

La arquitectura esencial es poesía y tienen en común el logro de la belleza a través de solo el indispensable número de elementos con los que se construyen. La métrica es importante por cuanto medidas y proporciones construyen lo armónico y por lo tanto lo bello.

En la obra arquitectónica debe existir la verdad en cuanto todos los elementos de la composición son necesarios y verdaderos desde la concepción hasta la materialización.